jueves, 5 de abril de 2018

Día del Veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas

En 5to grado estamos estudiando cómo cambió la vida de los esclavos con la Revolución de Mayo. Estuvimos leyendo sobre cómo fueron secuestrados en sus países en África y arrastrados hasta barcos que cruzaron el océano para ponerlos al servicio de personas que los usarían para hacer el trabajo que no estaban dispuestos a hacer ellos.

Las personas no somos ni podemos ser herramientas de otras personas. No estamos en el mundo para que otros se sirvan de nosotros.

Incluso los niños y niñas que durante tanto tiempo dependen de nosotros los adultos para vivir vidas seguras y plenas no están a nuestro servicio, no son, ni deben ser, nuestros sirvientes.

Hace 36 años el 2 de abril de 1982 la dictadura cívico militar de Argentina mandó un puñadito de pibes de apenas 18 años a las Islas Malvinas para que hicieran algo por ellos.

Las Islas Malvinas son territorio nacional, parte indiscutible de nuestro país. Pero la ocupación de GRan Bretaña no justifica ahora y tampoco lo hacía hace 36 años que Argentina entrara en guerra. Aun así, el grupo de asesinos, ladrones y genocidas que estaban el mando de nuestro gobierno en ese momento creyó que si recuperábamos esas islas el pueblo iba a olvidar las incontables desapariciones de personas, secuestros, apropiaciones de bebés y asesinatos que habían llevado adelante desde el año 1976 cuando tomaron el poder por medio de la violencia.

Dos ideas erradas aparecen detrás de esto, la primera es que una acción buena puede reparar las consecuencias de una acción mala. Cuando alguien nos daña, el daño queda. Y lo que queda por hacer es intentar recomponer lo que se ha dañado, sabiendo que las cosas no serán nunca como antes. Lo que habían hecho los militares hasta ese momento no se iba a arreglar con la recuperación de una porción de tierra.

La segunda idea errada es que podemos disponer de la vida de otros, que existen personas que por la cuestión que sea (por que son nuestros empleados, hijos, alumnos etc) están obligados a hacer lo que les indiquemos como si fuesen meros objetos. Los soldados que fueron a Malvinas apenas habían terminado el colegio, venían de todo el pais, la mayoria nisiquiera habia visto alguna vez el mar. Y de un día para otro se encontraron cruzando ese mar dispuestos a vivir la situación más dramática que una persona puede pasar, bajo el mando de otras personas que sin siquiera poner en riesgo sus vidas los obligaban a matar a otros soldados como ellos a miles de kilómetros de sus casas.

La guerra de Malvinas es una cicatriz en nuestra historia, jamás debemos olvidar a quienes perdieron la vida allí impulsados por el egoísmo de unos cuantos poderosos que solo querían más poder.

Hace unos días, las familias de muchos de los pibes que murieron en las islas (En total casi 700 soldados argentinos murieron en esa guerra) pudieron viajar para ponerle nombre a las tumbas de sus hijos. Sabían que allí habían muerto pero 36 años después seguían sin saber dónde habían sido enterrados sus hijos, hermanos, amores y amigos. Hoy muchos pueden descansar sabiendo dónde están. La cicatriz se cierra un poco más.

No olvidemos que quienes usan a los demás para su propio beneficio no deben nunca lograr su cometido. No acostumbremos a nuestros niños y niñas a obedecer sin pensar, a responder mansamente ante las órdenes de quien solo quieren beneficiarse de ellos. Hagámonos cargo los adultos de nuestros deseos, intereses y necesidades. Impidamos siempre que nuestros niños y niñas se pierdan en la codicia de otros. Y por sobre todas las cosas, nunca más permitamos que los manden a perder la vida en una guerra.
Prof. Carlos Vidal
 

  

Los alumnos de 5to grado TT realizaron entrevistas:

1 comentario:

  1. Asi aprenden nuestros chiquis! Muy bien chicos! Muy bien seños!
    Silvia,la Dire

    ResponderBorrar

¡Gracias por dejarnos aqui tu comentario!